La Catedral de Notre Dame - París

En francés significa "Nuestra Señora" y hace referencia a la Virgen María.

Está situada en el IV distrito y es una de las catedrales francesas más antiguas. Su estilo es gótico y comenzó a construirse en 1163, terminándose su construcción en 1245. Después se le añadieron los arbotantes, entre los años 1300 y 1330.

Notre - Dame se encuentra en la Isla de la Cité de París, rodeada por el río Sena.

Es el mayor reflejo de la arquitectura de la época de la Edad Media, ligada al esplendor gótico y como un nuevo enfoque de contacto y ascenso espiritual. Sus vidrieras luminosas, esculturas de monstruos, laberintos enigmáticos trazados en el pavimento y otros elementos, hacen que estas catedrales góticas constituyan una enciclopedia de símbolos que resultan fascinantes de descifrar.

Con la construcción de esta catedral, la ciudad adquirió mucho poder y una extrema importancia en el campo político, económico y ascendiendo también la burguesía adinerada y la influencia del clero urbano.

También supuso la sustitución de las necesidades de construcción religiosa fuera de las ciudades, en las comunidades monárquicas rurales, por un nuevo símbolo, el de la prosperidad urbana, la catedral gótica.

El subsuelo donde fue construida era de muy poca calidad y tuvieron que alisarlo mil personas antes de empezar la construcción del edificio.

Los celtas había celebrado en el lugar ceremonias donde, más tarde, los romanos erigían un templo de devoción al dios Júpiter, la primera iglesia cristiana de París, que era la Basílica de Saint-Etienne, proyectada por Childeberto I sobre 528 d.C. Después en sustitución de la Basílica surge una iglesia románica que permanecería hasta 1163, que comenzó la construcción de Notre-Dame, por lo que el emplazamiento de la iglesia cuenta con un sólido historial relativo al culto religioso.

Maurice de Sully, Obispo de París, consideraba la Basílica de Saint-Etienne poco digna para los nuevos valores y por ello, la manda demoler en 1160.

El gótico inicial con sus técnicas resultaron totalmente innovadoras, sus formas eran hasta aquel momento totalmente imposibles. Esta catedral fue la demanda de un nuevo concepto de prestigio en el dominio citadino.

Bajo el apoyo de Luis VII durante su reinado, este proyecto es bendecido económicamente por todas las clases sociales con interés en la nueva creación, que sería su nuevo símbolo de poder. La grandeza del proyecto de construcción comenzó velozmente y sin interrupciones, ya que comúnmente en las construcciones de grandes envergaduras surgían los problemas económicos, pero en Notre-Dame no iba a ser el caso.

Se iniciaron las obras en 1163, reflejando algunos trazos conductores de la abadía de Saint Denis, con la duda de quién "colocó" la primera piedra, si el Obispo Maurice de Sully o el Papa Alejandro III.

Su construcción y modificaciones duraron hasta mediados del siglo XIV, participando varios arquitectos en el proyecto y dejando cada uno de ellos diferencias estilísticas que están presentes en el edificio.

El coro ya prestaba servicios en 1182 y durante la transición de las obras en los dos siglos. A comienzos del siglo XIII arrancaron las obras de la fachada oeste con sus dos torres, extendiéndose a mediados del mismo siglo.

Los brazos del transepto (orientación norte-sur), son trabajados desde 1250 hasta 1267, con la supervisión de Jean de Chelles y Pierre de Montreuil. Simultáneamente se levantan alrededor de Notre-Dame otras catedrales de un estilo más avanzado dentro del gótico, son la Catedral de Chartres, Catedral de Reims y la Catedral de Amiens.

Eugène viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus, restauraron la catedral en 1846, aunque lassus murió y Viollet tomó el mando.

Entre las modificaciones se encuentra la inserción de gabletes en las ventanas, cambio de la piedra de los arbotantes por piedra nueva, el rosetón sur es inventado por Viollet. También se reconstruyen todas las capillas interiores y altares, en la fachada se colocan estatuas nuevas en la Galería de los Reyes y como faltaban algunas cabezas de las estatuas, se copiaron de catedrales cercanas (incluso algunas son retrato del propio Viollet). Además de estas modificaciones, planearon un aislamiento de la catedral, arrasando con todos los edificios de los alrededores.

Durante el reinado de Luis XIV, a finales del siglo XVII, la catedral fue escenario de alteraciones sustanciales, sobre todo en la parte de la zona este, en la que los túmulos y las vidrieras fueron destruidas para sustituirlas por elementos que estuvieran más al gusto del estilo artístico de la época, que era el Barroco.

Entre 1630 y 1707, el gremio de orfebres de París encargaron un cuadro al año a artistas como Laurent de La hyre y Sébastien bourdon.

Se reunieron 77 pinturas de gran formato que después se dispersaron. En fechas más recientes una docena de ellas regresaron al templo.

Durante la Revolución Francesa en 1793, bajo el culto a la razón, se destruyeron muchos elementos de la catedral y muchos de sus tesoros fueron robados. Aquel espacio acabó siendo un almacén de alimentos.

Cuando floreció la época romántica, la catedral se veía con otros ojos y la filosofía se volcó hacia el pasado, enalteciendo y mistificando en un aura poética y etérea la historia de otras épocas y su expresión artística. Bajo esta nueva luz del pensamiento, se inició un programa de restauración de la catedral en el año 1844, a cargo de los arquitectos Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus, que duró veintitrés años.

Victor Hugo escribió en 1831,e l romance "Nuestra Señora de París", durante el espíritu del Romanticismo. Situaba los acontecimientos en la catedral durante la Edad Media, esta historia trata de Quasimodo, que se enamora de una gitana de nombre Esmeralda. La ilustración poética del monumento abre puertas a un nuevo deseo de conocimiento de la arquitectura del pasado y, principalmente, de la Catedral de Notre-Dame de París.

Y la catedral no era sólo su compañera, era el universo; mejor dicho, era la Naturaleza en sí misma. Él nunca soñó que había otros setos que las vidrieras en continua floración; otra sombra que la del follaje de piedra siempre en ciernes, lleno de pájaros en los matorrales de los capiteles sajones; otras montañas que las colosales torres de la iglesia; u otros océanos que París rugiendo bajo sus pies.

Víctor Hugo, Notre-Dame de Paris, 1831.

La catedral volvió nuevamente a ser telón de fondo a las turbulencias sociales en 1871, con el corto ascenso de la Comuna de París.

Durante la construcción de un parking subterráneo en la plaza de la catedral en 1965, se descubrieron como consecuencia de las excavaciones unas catacumbas que revelaron ruinas romanas, de la catedral merovingia del siglo VI y de habitaciones medievales.

En 1991, se iniciaron otros proyectos de restauración y mantenimiento con una previsión de diez años de duración.

En la catedral han quedado reflejadas dos influencias estilísticas, como las reminiscencias del románico normando, con su fuerte y compacta unidad y el innovador aprovechamiento de las evoluciones arquitectónicas del gótico, que confieren al edificio una ligereza y aparente facilidad en la construcción vertical y en el soporte del peso de su estructura, siendo el esqueleto de soporte estructural visible sólo desde el exterior.

La planta está demarcada por la formación en cruz romana orientada hacia Occidente, de eje longitudinal acentuado, y no es perceptible desde el exterior. La cruz está "incrustada" en el edificio y envuelta por un doble deambulatorio, que circula por el coro en la cabecera (al este) y se prolonga paralelamente a la nave, dando lugar así, a cuatro naves laterales.

La fachada occidental es la principal, además de ser la de mayor impacto y monumentalidad, es la que tiene más popularidad.

Esta fachada es muy afín a la abadía de Saint-Denis en la composición y trazos generales, siendo una derivación de la fachada del románico normando.

Presenta un conjunto proporcional y una orden de trazado coherente de construcción racional, reduciendo sus elementos a lo esencial, no siendo por este motivo influenciada por otros arquitectos contemporáneos del gótico. Aquí se optó por una pared "plástica" que interconecta todos sus elementos y pasa a integrar también la escultura en lugares predefinidos, evitando que crezca espontánea y aleatoriamente como ocurría en el románico.

La fachada presenta tres niveles horizontales y está dividida en tres zonas verticales por los contrafuertes, que son ligeramente prominentes y que unen en verticalidad los dos pisos inferiores y refuerzan los picos de las dos torres.

Estas torres tienen una altura de 69 metros. La torre sur tiene la famosa campana "Emmanuel", que puede visitarse pasando por la galería de las quimeras.

En la Catedral destaca particularmente su órgano Cavaille-Coll, siendo la plaza de organista titular de Notre-Dame y uno de los más altos honores a los que puede aspirar un organista. Esta plaza fue ocupada por el genial compositor y organista "Louis Vierne", entre los años 1900 y 1937, época recordada como la de mayor esplendor de la Catedral como dentro artístico y musical.

Esta catedral ha vivido muchos momentos importantes:

1431 — Coronación de Enrique VI de Inglaterra durante la Guerra de los Cien Años.

1804 — Coronación, el 2 de diciembre de Napoleón Bonaparte, emperador de Francia y su mujer Josefina de Beauharnais, emperatriz, en presencia del Papa Pío VII.

1900 — El organista y compositor francés Louis Vierne gana la plaza de organista titular tras una dura competición contra los 500 mejores organistas de su época.

1909 — Beatificación de Juana de Arco.

1937 — Fallece Louis Vierne durante la interpretación de su recital de órgano número 1750.

1980 — El Papa Juan Pablo II celebra misa en la plaza Parvis.